martes, 14 de junio de 2011

Invasión

Mucha gente me para por la calle para preguntarme si son ciertas varias de las cosas del post anterior, porque evidentemente todavía los telemarketers no los llamaron un sábado a las 8 de la mañana para venderles esto:

No sólo es fantástico, Mike, también es genial


Pues, déjenme decirles que, si quisiera ser sarcástico, trabajaría para Bernard Food Industries:

Consérvese en lugar seco


Así que sí, tanto lo de la Yakuza como la incursión por los albergues transitorios, es todo real. Por eso incluí links a las fuentes correspondientes. Todo es tan real como esta alegre y tierna pareja de novios:

IQ Test: ¿cuál es la novia?
PRO TIP: tiene la marca del traje de baño

Para terminar de demostrar cuán reales son mis dichos, les comento que esta pareja no sólo existe sino que además concretó en el altar. Aquí, el momento cúlmine de sus vidas.

Sí, hasta que la muerte los separe

Al menos la familia quedó contenta.

Pero no estamos aquí para chismes baratos, sino para hablar de lo más importante de la vida, arcades de la época dorada. Para resumir toneladas de párrafos, veamos la rápida evolución de los videojuegos arcade entre 1971 y 1978.

El Computer Space fue probablemente el primer videojuego de explotación comercial, creado por los entonces futuros fundadores de Atari. A juzgar por su apariencia, es más que evidente que fueron abducidos por alienígenas antes de diseñar el gabinete.

Muy sospechoso

Lamentablemente, fue un fracaso comercial porque, en esa época, tener una mujer como la de la foto y poseer muebles con ese aspecto, garantizaba una visita violenta como la de este señor:

Mario Pergolini en La Naranja Mecánica


En el '72 aparece el conocido Pong, que a mí me resulta un poco aburrido, pero que fue el primer videojuego comercialmente exitoso. Claro está, tras su aparición, todo el mundo empezó a copiarlo, primero en el mundo arcade y luego en versiones hogareñas de "consolas" en las que sólo se podía jugar a esto.

Diversión infinita

En los años sucesivos, fueron lentamente apareciendo nuevos géneros: carreras de autos, simuladores de vuelo, algún que otro juego de deportes y el antepasado del Arkanoid, el Breakout, una variante del Pong en donde el jugador debe rebotar la pelota contra unos ladrillos, haciéndolos desaparecer. Pero nada realmente revolucionario. Llegando al año 1977, el mercado de videojuegos entra en crisis, por la excesiva oferta de clones del Pong, con controles anti-ergonómicos y gráficos muy limitados. 

Todas las variantes de Pong


La consola tal vez más famosa del período era la Magnavox Odyssey, cuyos juegos requerían una dosis de imaginación y paciencia infinitas. Todos consistían en mover un rectángulo o un puntito blancos, con variantes mínimas. A tal punto había que esforzarse para hacer de cuenta que los juegos eran distintos, que la consola venía con plásticos transparentes coloreados, uno por cada juego, para adherir a la pantalla, aprovechando la atracción electrostática del tubo del televisor.

Plug N Cry


Este declive del mercado terminó cuando surgió el Space Invaders, en 1978, causando un verdadero impacto global y salvando de la crisis al rubro y al mundo. Claro está, como los habitantes de Vietnam e Irak saben bien, para salvar algo, hay que invadirlo.


Space Invaders - plan de invasión

Después de años de limitaciones en la creatividad y en la tecnología, alguien se animaba a inventar algo nuevo. Hoy en día puede parecer un juego bastante monótono, pero, en 1978, era lo máximo a lo que uno podía aspirar jugar en su vida. Lo sé porque todavía no había nacido. Y bienvenido era un poco de sentido del humor: en el attract mode del juego (cuando nadie está jugando y se intenta atraer jugadores), aparece la palabra "PLAY" con la "Y" boca abajo. Aparece un alienígena y la da vuelta.

¿En qué se había inspirado el autor japonés? Inicialmente, había querido que el jugador combatiera contra tanques, aviones y acorazados, pero las limitaciones de la época hicieron que fuera difícil representar decentemente el vuelo de los aeroplanos. Después consideró que los enemigos fueran directamente humanos, pero lo descartó por un supuesto conflicto moral suyo. En realidad, entró a un cine y rápidamente encontró lo que buscaba.


El origen
Sí, Star Wars. "Alienígenas, eso salva las papas", como pensó George Lucas en la última de Indiana Jones. Para el diseño de los enemigos, el autor se inspiró en La Guerra de los Mundos y en cosas que uno puede encontrar frecuentemente en Japón, ya sea servidas en un plato, o de traje y corbata, atendiendo al público detrás de un escritorio de oficina: calamares y cangrejos.


Un poste de luz montando una Xbox
en La Guerra de los Mundos
El alcalde de Tokyo en la única entrevista concedida



Taito, el fabricante, vendió 360.000 unidades del gabinete arcade en todo el mundo. En Japón, la gente jugaba tanto que las monedas de 100 Yens empezaron a escasear y hubo que acuñar más. De hecho, una escena de la película hace alusión a la falta de cambio:

"I find your lack of change... disturbing"

El éxito fue infinito. Lo recaudado durante esos años, monstruoso; unos 4.600 millones de dólares, ajustados por inflación. Incluso se abrieron locales arcade que únicamente tenían el Space Invaders. Lo más importante para nosotros es que Shigeru Miyamoto, el autor del Donkey Kong, no tenía el más mínimo interés por los videojuegos, hasta que apareció éste. Así que le debemos mucho.

Bendito seas, Darth Invader

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